En el ámbito de la literatura en inglés, la posición de Jane Austen como a una referente del feminismo no es tan obvia.
¿Cómo podría una escritora cuyas tramas giran alrededor del matrimonio -como sostén económico y jerarquización social de la mujer- ser considerada un paradigma feminista?
La respuesta se encuentra en el excelente prólogo de Paula Varsavsky, donde analiza el sentido que la institución matrimonial tenía durante la era previctoriana y en la victoriana.
Hay un desplazamiento del foco, como móvil de los enlaces, del amor romántico hacia una concepción materialista, donde el dinero es un componente excluyente en juego y, por tanto, “su lúcida observación de la sociedad en la que nació y creció se centra en las distintas variantes de las formas especulativas, plagadas de prejuicios, conspirativas o superfluas en las que se generaban aquellas uniones” (página 9).
Es esta percepción de lo social lo que nos lleva a considerar a Jane Austen una escritora realista, más que romántica (como tradicionalmente se la leía). Sus heroínas -miembros de esa aristocracia rural inglesa, que se conoce como gentry- han sido víctimas, por su condición de mujer, de inequidad y desposeimiento. Por tanto, van a manifestar su frustración ante la rígida estructura patriarcal, pero también su superación y resiliencia.
Valiosos laboratorios
Este volumen nos acerca la primera traducción y publicación en nuestro país de dos textos de iniciación, escritos por Austen durante su adolescencia.
Amor y amistad es una novela epistolar; aunque, en honor a la verdad, salvo por la primera de las quince cartas, todas las demás están redactadas por una misma remitente: Laura. En una serie testimonial le previene, a la hija de una amiga, de las desdichas de la vida, “como una útil lección sobre cómo sobrellevar las que pueda llegar a sufrir” (página 28).
Jack y Alice, por su parte, es una nouvelle que se inicia con una mascarada de cumpleaños y deriva en distintas historias de jóvenes casaderas y de un candidato muy esquivo.
Si bien podemos considerar a estos relatos como valiosos laboratorios de estilo para Austen, están presentes aquí, en forma incipiente, su capacidad descriptiva, su ironía, humor, su tratamiento del clima, el poder de las coincidencias, y el sentido de justicia.
La correcta traducción estuvo a cargo de Paula Varsavsky.
© LA GACETA
María Eugenia Bestani